Artículo de Verónica Balestero por ADPUGH publicado en Café y Negocios de El Observador (29/8/21)
Las empresas familiares, es decir aquellas que pertenecen en su mayoría accionaria a una familia, en la que trabajan al menos un miembro de la familia y en las que existe el interés genuino de legar a la siguiente generación, tienen características que las distinguen de otro tipo de organizaciones. Especialmente esta situación se da debido a que coexisten dos sistemas: empresa y familia, que tienen propósitos bien diferentes entre sí y en las empresas de este tipo, podríamos decir que cuando conviven o en su conjunción se puede dar cierta tensión.
Ahora bien, cabe preguntarnos si esa tensión es fuente de conflictos (que impactan principalmente en los lazos familiares o en los resultados de la empresa) o son fuente de fortalezas, es decir, ¿son sistemas opuestos o complementarios? Más allá de la respuesta, que queda planteada, a continuación, presentaré una herramienta que da muy buenos resultados a la hora de lograr que esos sistemas generen sinergia y sean una fuente de fortaleza para la empresa familiar: el Protocolo o Acuerdo Familiar.
Este artículo lo puede ver en este link: Cómo lograr armonía en la empresa familiar
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